lunes, 11 de noviembre de 2013
Porque hay mil tipos de mamás y todas son perfectas...
Publicado por
Babycuco
en
7:38
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consejos para mamás primerizas,
libros sobre maternidad
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Los hijos son una bendición del cielo, en eso estamos todas de acuerdo....pero es cierto que los primeros meses de convivencia con el recién llegado no son tarea fácil, y mucho menos para las mamás primerizas.
Y es que el instinto maternal no ha de estar reñido con momentos de bajón emocional, de cansancio y de estrés, y aunque algunas no quieran admitirlo, tampoco con momentos de soledad. También es cierto que el instinto maternal no es igual en todas las mamás. Algunas lo tienen desde que nacieron, otras lo adquieren a medida que van madurando y muchas otras han de esperar a ver a sus bebés para poder sentir eso que en los libros más puristas llaman "el vínculo".
Pues bien, todas las situaciones son posibles, incluso las más complicadas y son esas a las que me voy a dedicar hoy.
Es muy triste ver como muchas mamás se consideran"desnaturalizadas" por la sociedad por no sentir de acuerdo a lo que se estima "normal o correcto". La carga hormonal por la que pasamos ya es bastante difícil de controlar como para tener que preocuparnos también de ser perfectas mamás ante los ojos de los demás. Si a ello le añadimos un embarazo pesado o un parto complicado con el correspondiente bebé lloroncete por las noches...¿qué mamá puede aparentar felicidad desbordante cuando se siente completamente perdida?.
Desde mi experiencia personal he de decir que he tenido suerte de no pertenecer a este grupo de madres, pero si el libro del que os voy a hablar ahora llegó un día a mis manos, fue porque en algún momento de esos de "sube y baja" necesité un empujoncito para no sentirme un bicho raro. Espero que después de leer estas palabras muchas mamis se sientan aliviadas.
"Diario de una madre imperfecta", de Isabel García Zarza (Editorial Viceversa 2010), es un ancla a la que agarrarse en momentos de pánico.
Isabel, que es mamá de tres hijos, narra desde su propia experiencia su paso por la maternidad en clave de humor y con un realismo digno de mención.
Ha sido una de esas mamás a las que el instinto materno le llegó algo tardío y lo afrontó con valentía haciendo oídos sordos a comentarios y costumbrismos.
Porque pasar momentos duros durante la maternidad no implica no querer a tu hijo y no desear darle lo mejor. Simplemente significa que la mamá necesita su tiempo para convertirse en mamá al igual que el opositor necesita estudiar para convertirse en funcionario.
Me encantaría contaros más cositas sobre lo que encierran sus páginas pero creo que lo mejor es que lo leáis vosotras mismas y juzguéis.
Con ánimo de ayudaros, os diré que leerlo fue un placer, me alivió y me hizo reír. Me identifiqué con las anécdotas y conseguí sentirme una madre más. Miento, la mejor madre para mi hija.
Un saludo babycuqueras :)
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